La silvicultura o explotación forestal es una ciencia que se encarga del cultivo y mantenimiento de los bosques. En España, la silvicultura genera, dentro del sector de la industria forestal, principalmente explotaciones de madera y corcho.

La silvicultura engloba las actividades de siembra, mantenimiento y explotación de cultivos forestales (bosques y montes). Es considerada una ciencia hermana de la agricultura, aunque con diferencias entre ellas,, ya que en la silvicultura se obtienen resultados después de decenas de años (dependiendo de las especies cultivadas), mientras que en la agricultura, los frutos y cosechas se obtienen en meses.

Se cultivan bosques con diferentes tratamientos y técnicas, con el objetivo de procurar su mantenimiento y usar de forma óptima los diferentes recursos naturales que pueden producir.

Se basa en los principios de la sostenibilidad de bienes y de la calidad, utilizando diversos tratamientos que permiten el uso del cultivo con diferentes fines y de forma prolongada en el tiempo.

Dependiendo de la función que desempeñe un determinado cultivo, el silvicultor aplicará diferentes tratamientos para obtener, por ejemplo, madera, leña o frutos.

Hay dos tipos de explotación forestal o silvicultura: la silvicultura extensiva y la silvicultura intensiva.

Una de las ventajas de la silvicultura es la forestación de áreas con poca cantidad de árboles y/o incluso en zonas desérticas, por ejemplo, la reforestación tras un incendio.

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