La heliofobia (también llamada tanofobia) es el miedo intenso e irracional hacia el sol. También se manifiesta en espacios interiores con mucha luz, este trastorno puede originarse por varios motivos.

Por ejemplo, la extrema ansiedad que produce la posibilidad de contraer cáncer de piel, o el miedo abrumado a las arrugas y el envejecimiento, entre otras cosas.

Todos sabemos la importancia de protegerse del sol, pero para algunos, este cuidado se torna tan importante que deviene en una obsesión, en estos casos se produce la heliofobia.

Todas las fobias están marcadas por un miedo o ansiedad extremos y debilitantes ante determinado objeto. Una persona que padece una fobia puede hacer todo lo posible para evitar afrontar aquello que le produce temor, incluso, el solo hecho de pensar en la presencia del objeto, que le puede producir un ataque de pánico.

Estos trastornos pueden interferir en la vida diaria, dificultando el desarrollo de actividades rutinarias y reduciendo la calidad de vida. Para alguien con heliofobia, esto puede implicar numerosas acciones como: no salir nunca durante el día, necesitar utilizar capas de ropa, cubrirse la piel expuesta con mucho protector solar, o proteger los ojos con anteojos de sol antes de salir.

Los síntomas de esta fobia son: malestar inmediato cuando se enfrenta al sol, aumento de la ansiedad por el solo hecho de pensar en la posibilidad de estar al sol, incapacidad para superar estos sentimientos, ataques de pánico, etc.

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