La graduación alcohólica o grado alcohólico volumétrico de una bebida alcohólica es el número de unidades de volumen de alcohol (etanol) contenidos en 100 unidades de volumen del producto, medidos a la temperatura de 20 ºC. Se trata de una medida porcentual, en volumen, de concentración de etanol, aunque se expresa en grados.

A cada unidad de porcentaje de alcohol en el volumen total le corresponde un grado de graduación alcohólica. Así, se habla de un vino con una graduación de 13,5° cuando tiene un 13,5 % de alcohol, o sea, 135 ml de etanol por litro.

La bebida de mayor graduación alcohólica es el célebre licor Absenta, que presenta desde un 70% hasta un 96% de alcohol.

El tequila, ron, brandy, vodka o whisky tienen una importante graduación, que puede variar entre 40° y 45°.

La mayoría de los vinos tintos presentan una graduación de entre 13° y 15°. Los vinos blancos tienen una graduación menor, alrededor de los 11°, al igual que los espumantes.

Prácticamente todas las cervezas, artesanales o industrializadas, poseen una graduación alcohólica de entre 4° y 11°, dependiendo del tipo de cebada de origen, entre otros factores. Existen excepciones muy puntuales, de cervezas de hasta 40°, pero escapan a la regla.

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