Una de las fobias más conocidas, que afecta a hombres y mujeres, pero también la menos reconocida, es el miedo al proceso. Si bien un encuentro intimo debería ser erótico y agradable las personas que sufren esta fobia se bloquean y les resulta hasta repulsivo. La genofobia no es un trastorno; es un trastorno de ansiedad, un tipo de fobia específica; con características principales que la catalogan como patológica y determinan la presencia de una respuesta fóbica:

o Desproporción con respecto a las exigencias de la situación

o Sin explicación; el miedo es tan intenso que resulta ilógico

o La capacidad de controlar ese miedo es inexistente

o Existen impulsos o incluso deseos de realizar actividades intimas pero la fobia lleva a la evitación

o No es específico de fase o edad determinada, se experimenta y persiste en cualquier etapa de la vida

o Se asocian pensamientos catastróficos sobre la práctica intima en sí y sobre las capacidades personales en esa situación

Una mala educación de este tema; la adopción de mitos o falsas creencias sobre el acto; abuso ; un comportamiento manipulador o dolor sufrido, experiencias previas traumáticas o desagradables; son algunas de las causas más importantes de genofobia. El tratamiento cognitivo conductual (exposición a la fuente del miedo en un entorno controlado, conjuntamente con técnicas de relajación) ha mostrado ser muy eficaz para esta fobia.

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