La historia de Gilgamesh es la epopeya épica más antigua que se tiene constancia. Fue recogida en cinco tablillas de barro y narrada en escritura cuneiforme hace más de 5000 años. A pesar de su antigüedad, el poema de Gilgamesh establecería elementos muy comunes en la narrativa épica posterior y temas tan complejos como la inmortalidad o el sentido de la vida y el amor.

La historia comienza en la ciudad de Uruk, (Irak). Gilgamesh, un sacerdote-rey de impresionante fuerza gobernaba la ciudad con mano de hierro, sometiendo a su gente como un tirano. Si bien parece que la figura de Gilgamesh coincide con la de un rey real, su vida y hazañas se mezclan con elementos fantásticos y referencias mitológicas a lo largo de todo el poema.

La crueldad con la que el rey trataba a su pueblo hizo que los dioses crearan de la arcilla a Enkildu, un hombre salvaje con una fuerza similar a la de Gilgamesh, para que se enfrentara a él. Gilgamesh encontró en Enkildu no solo a un rival a su altura, sino a un compañero con el que confraternizaría de inmediato y que le acompañaría en sus siguientes aventuras.

La primera parte del poema narra las aventuras que emprenden Gilgamesh y Enkildu para ganar fama y gloria. De sus hazañas se destaca el haber matado al gigante Humbaba, guardián del País de los cedros, y haber conseguido su fabuloso tesoro.

La historia termina con Gilgamesh siendo consciente de que sus obras perdurarán siglos después de su muerte.

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