La dromomanía (del griego dromos- correr, manía- locura), es la obsesión patológica por trasladarse de un lugar a otro, las personas que padecen este síndrome no son capaces de permanecer en un sitio y siempre están trasladándose de un sitio a otro de manera patológica.

No suelen ser conscientes del trayecto recorrido, una fuerza superior a ellos los obliga a dejar todo y emprender el viaje sin poder dejar de caminar.

Hay casos en los que la persona, llega al agotamiento y tiene que parar, y no reconoce como ha llegado hasta ahí.

Uno de los casos más famosos sucedió en 1886, cuando un hombre llamado Jean Albert Dadas llegó a un hospital de Burdeos, estaba físicamente exhausto y no tenía ni idea de cómo había llegado hasta ahí, lo que sí sabía es que le sucedía frecuentemente encontrarse con que había recorrido largas distancias, sin recordar porque lo había hecho o como había llegado tan lejos.

Solo existen unos pocos casos documentados en el mundo y se ha propuesto que puede ser parte de una enfermedad mental, como el trastorno límite de la personalidad, o un trastorno disociativo, que son patologías que se caracterizan por presentar fallas en la memoria, consciencia, identidad y/o percepción.

No se conoce cura.

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