La deontología (del griego δέον, -οντος déon, -ontos 'lo que es necesario', 'deber' y -logía 'conocimiento', 'estudio') es la rama de la ética que trata de los deberes, especialmente de los que rigen actividades profesionales, así como el conjunto de deberes relacionados con el ejercicio de una profesión.

Immanuel Kant, uno de los principales pensadores de la deontología, desarrolló la ética kantiana. La deontología también es la teoría en ética normativa según la cual existen ciertas acciones que se deben realizar, y otras que no se deben realizar, más allá de las consecuencias positivas o negativas que puedan traer.​

Hay ciertos deberes que se deben cumplir más allá de sus consecuencias.​ Las acciones tienen un valor en sí mismas, independientemente de la cantidad de bien que puedan producir. Según la convicción de que hay acciones buenas o malas en sí mismas, se sigue el deber de realizarlas o de evitarlas.

Si mediante una mentira se puede salvar una vida humana, un ético deontológico puede reconocer una ponderación de los resultados de la acción.

Los deontólogos son aquellos que consideran correcta una situación en la que más gente sea fiel a sus convicciones, pero a la vez tiene que juzgar correcto hacer algo que irremisiblemente ocasionará que más personas actúen incorrectamente.

El término surge en el siglo XIX como una nueva forma de llamar a la ética. Entre los éticos deontólogos cabe destacar a Immanuel Kant, William David Ross y Frances Kamm.

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