En sociología y criminología, la conducta o comportamiento desviado, es aquel que se desvía o se aparta de las normas y usos sociales dominantes o mayoritarios, y que por ello debe ser objeto de control social.

La desviación es un tema fundamental en sociología y desde el nacimiento de esta disciplina ha sido una de sus principales preocupaciones. En este sentido las principales corrientes sociológicas han dado su interpretación sobre el cómo y el porqué del incumplimiento de las normas sociales.

No obstante, la desviación ha sido analizada desde distintas disciplinas como la antropología, la filosofía, el derecho, la biología o la medicina: además, en los últimos años se han desarrollado estudios en criminología, disciplina con la que la sociología de la desviación está íntimamente ligada. Si bien la primera se centra más en la relación entre la víctima, el victimario y las leyes, la sociología de la desviación analiza también las conductas que, sin estar prescritas como delitos, son catalogadas como anormales y reciben algún tipo de sanción social.

El estudio de la desviación es anterior a la aparición de la sociología. Ya en la Antigüedad clásica se desarrollaron las primeras teorías sobre la delincuencia y el castigo, filósofos como Sócrates, Pitágoras, Platón o Aristóteles debatieron sobre ello, atribuyendo los delitos a la herencia o a deficiencias físicas o mentales.

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