Del griego kakosmía (kakos, malo y osmé, olor). La Real Academia Española define a esta enfermedad como una alteración del sentido del olfato que causa una percepción anormal de los olores. En ella, el cerebro es incapaz de percibir correctamente los olores y aromas; concretamente la persona refiere sentir olores desagradables e incluso pestilentes cuando el resto perciben aromas normales o, incluso, no perciben ninguno. En otros casos la persona puede llegar a sentir cierta preferencia por estos aromas desagradables, llegando incluso a exponerse de forma voluntaria a ellos(perversión del olfato)

Esta alteración perceptiva del sentido del olfato es habitual en pacientes que sufren algún tipo de enfermedad o alteración psiquiátrica, así como en personas con daños físicos tales como epilepsia (suele aparecer tras una convulsión) o deterioro de las cavidades nasales o una afección de las vías aéreas (sinusitis microbianas o rinitis) o digestivas superiores, que producen a veces un olor desagradable que puede ser percibido por los circundantes y no por el paciente (cacosmia objetiva) en otros pacientes

La cacosmia pertenece a un grupo de afecciones de la percepción de los aromas llamada parosmias. Como el sentido del olfato tiene un papel esencial en la alimentación, una persona que sufre de cacosmia puede llegar a ver alterados sus hábitos alimenticios o exponerse a peligros como humo o tóxicos

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