La bursitis es la inflamación de la bursa, estructura en forma de bolsa, que se sitúa entre huesos, tendones y músculos (puede ser aguda o crónica), con una función facilitadora del movimiento de dichas estructuras entre sí.

Las imágenes de rayos X no pueden establecer de manera segura el diagnóstico de una bursitis, pueden ayudar a descartar otras causas del malestar.

Es posible que se haga una ecografía o una resonancia magnética si no se puede diagnosticar la bursitis fácilmente con la exploración física sola.

suele mejorar sola. Algunas medidas conservadoras, como descansar, ponerte hielo y tomar un analgésico, pueden aliviar la molestia. Si las medidas conservadoras no funcionan, es posible que se necesite:

- Medicamentos: si una infección causó la inflamación de la bolsa sinovial, el médico puede recetar un antibiótico.

- Terapia: la fisioterapia o los ejercicios físicos pueden fortalecer los músculos de la zona afectada, y así aliviar el dolor y prevenir la reaparición.

- Inyecciones: de corticoesteroides en la bolsa del hombro o la cadera puede aliviar el dolor y la inflamación. Por lo general, este tratamiento actúa rápidamente y, en muchos casos, solo se necesita una inyección.

- Dispositivos de asistencia: el uso temporal de un bastón u otro dispositivo ayudará a aliviar la presión en la zona afectada.

- Cirugía: una bolsa sinovial inflamada se puede drenar quirúrgicamente, pero muy pocas veces es necesaria la extirpación quirúrgica de la bolsa afectada.

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