Se conoce comúnmente como berrea o brama al periodo de celo del ciervo rojo, debido al sonido gutural que emiten los machos.

Los machos se encuentran en su máximo esplendor al comenzar la temporada, e intentan adueñarse de un territorio. Este período se inicia a comienzos del otoño boreal, normalmente a finales de septiembre.

Los territorios preferidos son aquellos en los que las hembras deban beber o alimentarse. Las demostraciones de poder de los machos incluyen los berreos y luchas rituales, en las que utilizan su cornamenta.

Las astas, la principal arma del macho, caen en marzo, y vuelven a crecer, proceso que se repite anualmente y se identifica con un estímulo de la reproducción.

Los machos ganadores reúnen harenes de hasta 50 hembras. Normalmente después de un par de intentos, el macho monta a la hembra por breves momentos en el coito. De no haber fecundación, la hembra vuelve a ovular al cabo de unos 18 días. La gestación dura unos 235 días, tras la cual nace un único cervatillo.

Ocho meses más tarde, durante el mes de mayo, nacerán los cervatillos, que acompañarán a sus madres hasta el siguiente parto.

El ritual de apareamiento de los gamos, conocido como la ronca por el sonido más grave que emiten estos animales, es similar al de los ciervos. Comienza un poco más tarde que la berrea y se prolonga a lo largo del mes de octubre.

En España, la berrea es un atractivo turístico, y se organizan viajes en las fechas en que esta ocurre.

Más información: es.m.wikipedia.org