El "síndrome de Barbie" es un término que se ha utilizado para describir el deseo de tener una apariencia física y un estilo de vida representativos de la muñeca Barbie. Se asocia más a menudo con mujeres preadolescentes y adolescentes, pero se puede aplicar a cualquier grupo de edad o género.

Una persona con el síndrome de Barbie intenta emular la apariencia física de la muñeca, aunque esta tenga proporciones corporales inalcanzables. Este síndrome se considera una forma de trastorno dismórfico corporal y da lugar a varios trastornos de la alimentación, así como a una obsesión por la cirugía estética.

En 2006, las investigadoras Helga Dittmar, Emma Halliwell y Suzanne Ive llevaron a cabo un experimento para probar cómo las muñecas, incluida la Barbie, afectan a la imagen de sí mismas en las niñas. Dittmar, Halliwell e Ive dieron libros ilustrados a niñas de 5 a 8 años, uno con fotos de Barbie y el otro con fotos de Emme, una muñeca con rasgos físicos más realistas. Luego se les preguntó a las niñas sobre su tamaño corporal ideal.

Su investigación encontró que las niñas que fueron expuestas a las imágenes de Barbie tenían una autoestima significativamente más baja que las niñas que tenían fotos de Emme.

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