El rayo globular o rayo bola o centella es un fenómeno natural relacionado con las tormentas eléctricas. Toma la forma de un brillante objeto flotante que, a diferencia de la breve descarga del rayo común, es persistente. Puede moverse lenta o rápidamente, o permanecer casi estacionario. Puede hacer sonidos sibilantes, crepitantes o no hacer ruido en absoluto. Algunos testigos han asegurado sentir un olor determinado a ozono, azufre u óxido nítrico; lo que sugeriría un fenómeno electromagnético.

La dimensión mayor suele medir entre 15 y 40 centímetros, de color entre rojo y amarillo o azul. De forma ovoidal, esférica, con forma de lágrima o de bastón. En algunas ocasiones la descarga parece ser atraída por un objeto, en otras se mueve en forma aleatoria, en forma horizontal hasta en contra del viento. Luego de varios segundos la descarga se dispersa, es absorbida por algo, o en contadas ocasiones, se desvanece con una explosión. Emiten muy poco calor, aunque provocan daños a su paso: quemaduras, agujeros en muros, evaporación de agua e incluso metales

Se han obtenido más de 3000 reportes de testigos oculares y ha sido fotografiado varias veces. Aún no existe una explicación que sea ampliamente aceptada. Este suceso sería la fuente de algunos reportes de fenómenos sobrenaturales, desde luces malas hasta OVNIs. Algunas personas creen que los rayos globulares son fantasmas o espíritus, ya que en algunas leyendas éstos toman la forma de una esfera de luz.

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