Nguillatún ", significa "rogativa" (nguillan: rogar, pedir, implorar - tun: hacer, realizar), es una ceremonia religiosa mapuche. Una tradición en la que piden protección y salud para sus familias, el ganado y las plantas, a través de un ritual colectivo. Aún se sigue realizando en muchas comunidades.

En los grupos argentinos la organiza el cacique, quien proporciona comida para los asistentes y los animales para sacrificar.

Originalmente la ceremonia era dirigida por la "machi" (también llamado "chaman" es la persona que hace predicciones, invoca a los espíritus y ejerce prácticas curativas), utilizando poderes ocultos y productos naturales, como actualmente en Chile, y que el aumento del poder de los caciques locales la desplazó.

Dura varios días se hace en un llano con agua y pastos, donde los caballos puedan correr. En el centro se instala el "rewe" o "altar", formado con ramas de canelo, maqui y laurel atadas entre sí, largas cañas con banderas celestes y blancas (que simbolizan el cielo donde vive Nguenechén) y de otros colores.

Allí siempre mirando hacia el benéfico este, se hacen los rezos, las ofrendas y los sacrificios, acompañados por golpes del tambor "kultrún", sones de la trompeta "trutruka" y cantos sagrados.

El sacrificio tradicional consiste en sacarle el corazón palpitante a uno o varios animales, aunque actualmente, se limitan a sacarles sólo un poco de sangre.

Se pintan el cuerpo, adornan con plumas y despliegan sus ponchos como alas del animal.

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