La palabra imán es un término árabe que significa líder, modelo, autoridad o ejemplar. Es una posición de liderazgo en el islam, se utiliza para referirse a la persona que dirige la oración colectiva en una mezquita y en una comunidad musulmana, entre los musulmanes suníes.

En la mayoría de las religiones existen líderes espirituales que difunden las enseñanzas y rituales de su religión a la comunidad de fieles. En el cristianismo el líder es un sacerdote, en el judaísmo es el rabino y en el islamismo es el imán. Son personas con una autoridad especial para dirigir las doctrinas de su religión.

Los imanes son los representantes del profeta Mahoma y quienes ofician las oraciones, en el islamismo, no hay un clero, por lo que un imán puede ser cualquier persona que tenga las cualidades necesarias para convertirse en líder espiritual de una comunidad musulmana.

En la tradición islamista hay algunos criterios para determinar quien puede ser un buen imán para la comunidad de fieles. No es buen candidato aquel que ha practicado el politeísmo o la herejía en algún momento de su vida, o quien ha llevado una vida pecaminosa.

Un imán tiene que ser una persona que se caracterice por su integridad personal, su rectitud y piedad, que guie a los fieles por el camino correcto y que les aleje de cualquier forma de corrupción.

En las enseñanzas de Mahoma son considerados como infalibles en sus enseñanzas. En el Islam Alá ilumina a los imanes y estos guían a los fieles.

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