Verónica Lake (1922-1973) nacida en Brooklyn, Nueva York, fue una una actriz y modelo estadounidense.

Durante el rodaje de una película, dio lugar al ya mítico peinado conocido como Peek-a-boo el ‘peek-a-boo bang’ su marca registrada, surgió por casualidad, como ella misma relata en su autobiografía: “Durante la prueba de cámara de Vuelo de águilas mi cabello no dejaba de caer sobre mi ojo. Pensé que había arruinado mis posibilidades para el papel. Pero al productor Arthur Hornblow le pareció genial y sabía que ese peinado era algo de lo que la gente hablaría”.Y acertó.

“Peek-a-boo bang”, significa algo así como “mirar tras la mirilla”. Consiste en llevar la raya a un lado y parte del pelo por detrás de la oreja mientras la otra parte cae por encima de los hombros tan cerca del ojo que llega a taparlo.

La melena puede ser más o menos larga y las ondas menos o más pronunciadas, pero el resultado es el mismo: un aura de misterio, un aviso de peligro, un plus de glamour.

Lake causó furor, todos querían llevar el peinado. El Departamento de defensa, envió a la Paramount un escrito formal dirigido a su actriz, le solicitaba que cambiara su manera de peinar debido a tantos accidentes laborales que el Departamento de Guerra de los Estados Unidos había reportado.

Las melenas de las trabajadoras de las fábricas de armamento acababan enganchadas en los taladros, la falta de visión ocasionaba negligencias, se decía que la propia Lake se incendiaba el cabello cuando fumaba.

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