El ergotismo, o "fiebre de San Antonio", es una enfermedad causada por la ingesta de alimentos contaminados por la ergotamina, producida por un hongo el cornezuelo que afecta a los cereales especialmente al centeno.

La elaboración de pan con cereales contaminados ha dado lugar a lo largo de la historia a terribles epidemias, que han asolado sobre todo a Europa central, del norte y Rusia.

Esta enfermedad, produce la gangrena en las extremidades superiores e inferiores del paciente, pudiendo llegar a perderlas y problemas neurológicos, con alucinaciones, delirios y convulsiones.

Se tardó varios siglos en relacionar la ingesta de cereal infectado con la enfermedad. Durante mucho tiempo se pensó que era una enfermedad obra del demonio. A los cadáveres de los muertos por ergotismo se los apilaba y quemaba en un rito que se conocía como fuego de San Antonio.

Esta enfermedad aún no se ha erradicado, aunque los brotes son mucho más espaciados y de menor gravedad.

El ergotismo se documenta por primera vez en una tabla de arcilla asiria datada del año 600 a.C.

Durante la Edad Media las intoxicaciones eran tan frecuentes que se crearon hospitales donde los frailes de la orden de San Antonio se dedicaban en exclusiva a cuidar de estos enfermos.

El único remedio conocido en la Edad Media consistía en acudir en peregrinación a Santiago de Compostela. El hospital donde se atendía a los peregrinos curaba a los enfermos ofreciéndoles pan de trigo candeal.

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