Es casi un líquido, casi un sólido, una gelatina y una absoluta gratificación sensorial: es el slime, antes conocido en diferentes países como moco de King Kong, blandiblu o ectoplasma, un producto viscoso que abunda en las redes sociales y particularmente popular entre los adolescentes.

Su uso y formas diversas de elaborarlo se encuentran en internet.

Se trata de una sustancia gelatinosa en la frontera entre el estado líquido y el sólido.

Combinando los materiales domésticos más comunes - detergente para ropa, brillantina, pegamento - obtenemos una curiosa sustancia.

El nombre del inventor del Slime es James Wright, un científico de Estados Unidos que buscaba ayudar en la Segunda Guerra con su inteligencia y conocimientos, como suplir la escasez de caucho sin lograr resultados.

Casi una década más tarde, Peter Hodgson, un experto en marketing, decidió utilizar aquel experimento fallido como un juguete, así que comenzó a venderlo al público. El juguete tuvo un éxito tan grande que todavía es producido y vendido en muchas jugueterías.

El único sentido que no activa el slime es el del gusto. En cambio, sugiere la idea de la comida. Los slimes siempre han tenido una conexión visual con el dulce de algodón y el helado suave, pero actualmente se han presentado de manera más explícita como si fueran postres.

Más información: es.wikihow.com