La paradoja del barco de Teseo es una paradoja de reemplazo que se pregunta si cuando a un objeto se le reemplazan todas sus partes, éste sigue siendo el mismo.

Según una leyenda griega recogida por Plutarco: "El barco en el cual volvieron (desde Creta) Teseo y los jóvenes de Atenas tenía treinta remos, y los atenienses lo conservaron hasta la época de Demetrio de Falero, ya que retiraban las tablas estropeadas y las reemplazaban por unas nuevas y más resistentes, de modo que este barco se había convertido en un ejemplo entre los filósofos sobre la identidad de las cosas que crecen; un grupo defendía que el barco continuaba siendo el mismo, mientras el otro aseguraba que no lo era".

Muchos objetos pueden caer en la paradoja de Teseo: edificios, automóviles y computadoras, por ejemplo, pueden sufrir un reemplazo completo y aún mantener algún aspecto de su identidad. De manera similar, el cuerpo humano constantemente crea, a partir de los materiales construidos, nuevas partes componentes, células, mientras las células viejas mueren. El promedio de edad de las células en un cuerpo adulto puede ser de menos de diez años.

Como toda paradoja, la del barco de Teseo sigue sin encontrar una respuesta única. No obstante, el pensar sobre ello puede ayudarnos a comprender y aceptar mejor el cambio.

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