En los sistemas dinámicos, un atractor es un conjunto de valores numéricos hacia los cuales un sistema tiende a evolucionar, dada una gran variedad de condiciones iniciales en el sistema.

Edward Norton Lorenz, trabajando en el Massachusetts Institute of Technology, lo descubrió de manera fortuita en 1963. Un atractor extraño con una forma de alas de mariposa que jamás se cortaba a sí mismo.

Lo que Lorenz había observado empíricamente, ayudado por su ordenador, es que existen sistemas que pueden desplegar un comportamiento impredecible.

El atractor de Lorenz pertenece a un conjunto denominado como atractores desconocidos. No es una estructura geométrica sencilla, tampoco resulta ser una curva complicada. Se caracteriza porque nunca se intersecta a sí mismo ni repite la misma trayectoria. Proyectado en el plano xz, el atractor se parece a una mariposa; mientras que en el plano yz, se asemeja a una máscara de lechuza. La proyección en el palno xy resulta útil para percibir la tridimensionalidad de este atractor.

Es claro que los fenómenos caóticos abundan en la naturaleza. Los encontramos prácticamente en todos los dominios:economía, aerodinámica, biología de poblaciones (en, por ejemplo, algunos modelos, termodinámica, química y, en el mundo de las ciencias biomédicas. Parece que puede manifestarse en los aparentemente estables movimientos planetarios.

En 1987 el término “efecto mariposa” despegó gracias al bestseller “Caos: la creación de una ciencia”, de James Gleick.

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