La Hidra de Lerna, en la mitología griega, era una serpiente acuática de enorme tamaño, aliento venenoso y múltiples cabezas que moraba en las profundidades del lago del mismo nombre, en el golfo de la Argólida.

Bajo sus aguas había una entrada al Inframundo que la Hidra cuidaba. Fue aniquilada por Hércules durante uno de sus doce trabajos.

Aunque se especuló que tal sitio habría existido en la Antigüedad Clásica, la arqueología ha desmentido el mito de que este sitio sagrado era más antiguo que la ciudad de Micenas, en Argos.

Este animal fabuloso descendía de Tifón (disforme de la Tierra y el Tártaro) y Equidna (una ninfa mitad humana, mitad serpiente). Guardaba una de las entradas al Hades.

Fue criada por Hera a la sombra de un plátano en las proximidades de la fuente Amimone, en Lerna. La diosa le infundió todo su odio por Heracles (Hércules en la mitología romana).

Se decía que era hermana del León de Nemea, y que también por esa razón deseaba tomar venganza contra el héroe, pues éste había dado muerte a aquél en el primero de sus doce trabajos.

A tal punto aborrecía la Hidra a Heracles, que Euristeo la eligió como segunda labor expiatoria para el hijo de Zeus.

Hera, impuso a Hércules, el desafío de afrontar doce difíciles pruebas, de los cuales, el segundo era vencer a la temible Hidra de Lerna. Su principal característica es que al cortarle una cabeza le salen otras dos. Aún así el héroe logró vencerla.

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