Abigail Disney, nieta del hermano de Walt Disney, cofundador de la compañía cinematográfica, lleva toda su vida huyendo del estigma de su riqueza a través de la filantropía y el activismo.

En julio de 2019 todos los medios han publicado que ante pedido de ayuda por parte de los empleados decidió visitar de incógnito el parque de diversiones de Disney en California.

El mensaje recibido por parte de un empleado manifestada que resultaba muy difícil mantener la cara de alegría y calidez, cuando al regresar a su casa debía buscar comida en la basura de otras personas.

Abigail, presentó un reclamo al presidente ejecutivo de Disney, Bob Iger, manifestando que se necesitaba dar una solución al problema de los trabajadores y que no podía existir una brecha salarial tan grande entre el salario de. CEO, y el de los otros trabajadores.

Abigail por pasión y tradición familiar, se ha dedicado al cine, pero sus obras se alejan mucho de los prototipos de princesas esperando a su héroe montado en un caballo blanco y se ha centrado especialmente en realizar documentales comprometidos y reivindicativos como con el que consiguió un premio Emmy en 2015, "La armadura de la luz", un filme que trata sobre la violencia de las armas en Estados Unidos. Otro de los documentales que produjo en 2008, "Reza para que el diablo vuelva al infierno", que muestra el activismo de las mujeres en Liberia, le marcó el camino para centrarse en temas que giran alrededor de la mujer y la paz

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