Después de años de infructuosa búsqueda, un grupo de investigadores norteamericanos y japoneses descubrieron una molécula llamada "fumagilina", que logró detener la reproducción de células cancerígenas.

La experiencia se realizó en ratas y no se observó ningún efecto secundario.

Este importantísimo descubrimiento ocurrió, por casualidad, en el laboratorio de biología celular de la "Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard".

Específicamente, esta molécula impide la vascularización de las células cancerígenas, es decir que no permiten que fabriquen su propio sistema de circulación sanguínea que las irriga y las hace crecer.

Las primeras pruebas realizadas en animales demostraron que el producto era tóxico, entonces se logró sintetizar una molécula análoga que fue bautizada como AGM-1470 y que es cuatrocientas veces más potente que la original.

Este producto logró detener el crecimiento de tumores en animales, sin ningún efecto secundario y sin encontrar resistencia, como ocurre con casi todos los anticancerígenos actuales.

Su uso no ocasionó pérdida de pelo, colitis ni anemias, así como tampoco afectó al sistema inmunológico.

Más información: clincancerres.aacrjournals.org