Exactamente el 31 de diciembre de 192 el emperador Cómodo (Lanuvium, 161), hijo y sucesor de Marco Aurelio, murió estrangulado a los 31 años de edad a manos del liberto Narcisco, un esclavo liberado, después de que el veneno suministrado por Marcia, su concubina, no surtiera efecto.

Su padre, Marco Aurelio, fue un auténtico pensador filosófico, además de un político firme y victorioso en el campo de batalla. Durante el período que ocupó el trono imperial, entre los años 161 y 180, supo regir con serenidad y gran talento el imperio que había heredado, haciendo frente a graves crisis y a muy largas y cruentas guerras. En sus últimos años peleó al frente de sus tropas contra los bárbaros que amenazaban sus fronteras en el Danubio.

Se cuenta de él que luchaba contra gladiadores desarmados y que daba muerte a muchos de ellos, que aniquilaba a lisiados que se arrastraban por las calles de Roma, que mataba animales, torturaba esclavos y celebraba grandes orgías en las que dilapidaba las riquezas del reino.

Sin embargo, sus excesos seguían suscitando un profundo malestar y continuaban dando pie a las conspiraciones, hasta que, finalmente, en una de ellas fue asesinado. Los conspiradores enviaron al liberto Narciso, quien formaba parte de su círculo de confianza como entrenador, para que le estrangulara durante un baño.

El personaje de ficción del general Máximo Décimo Meridio, interpretado por Russell Crowe en la película Gladiator, se basó parcialmente en Narciso.

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