El punto de ebullición de una sustancia es la temperatura a la cual la presión de vapor del líquido es igual a la presión que rodea al líquido y el líquido se transforma en vapor. Varía según la presión ambiental que lo rodea. El punto de ebullición normal de un líquido es el caso especial en el que la presión de vapor del líquido es igual a la presión atmosférica definida a nivel del mar, 1 atmósfera. El helio tiene el punto normal de ebullición más bajo (–268,9 °C) de los correspondientes a cualquier sustancia.

El helio (del griego para "Sol", por haberse inferido en 1868 su existencia en la atmósfera solar) es un elemento químico de número atómico 2, símbolo He, y es un gas noble, es decir, es inerte (no reacciona). Al igual que este grupo de elemenos, es un gas monoatómico incoloro e inodoro y solo puede ser licuado bajo presiones muy grandes y no puede ser congelado.

El arreglo de las partículas subatómicas dentro de su núcleo es extremadamente estable energéticamente, y dicha estabilidad da lugar a muchos fenómenos cruciales inherentes al helio en la naturaleza.

Como ejemplo de estos hechos debidos a la alta estabilidad de la configuración electrónica del helio está la baja reactividad química de este elemento (la más baja de toda la tabla periódica), así como la falta de interacción de sus átomos entre ellos mismos. Esto produce los puntos de fusión y de ebullición más bajos de todos los elementos.

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