Las leyes alemanas que regulan el consumo y la venta de alcohol se centran sobre todo en la protección de los jóvenes.

A diferencia de muchos otros países, la legislación no está diseñada para mantener a los jóvenes completamente alejados del alcohol, sino más bien para enseñarles un enfoque adecuado del consumo de alcohol.

Esto da lugar a tres edades de consumo diferentes según el tipo de bebida alcohólica y las circunstancias:

- A los 14 años: los menores pueden consumir y poseer bebidas alcohólicas no destiladas (fermentadas), como cerveza y vino, en lugares públicos, bares o restaurantes, siempre que estén en compañía y tengan el permiso de una persona encargada de su custodia.

- A los 16 años: los menores pueden consumir y poseer bebidas alcohólicas no destiladas (fermentadas), como cerveza y vino en lugares públicos, bares o restaurantes sin sus padres o un Custodio.

- A los 18 años: convertidos en adultos, se permite el acceso a bebidas alcohólicas destiladas, bebidas que contengan bebidas alcohólicas destiladas y productos alimenticios que contengan cantidades no despreciables de bebidas alcohólicas destiladas.

En virtud de la Ley de Protección de Menores, la venta, el suministro y la provisión de bebidas alcohólicas en locales autorizados, en puntos de venta o en cualquier otro lugar público por parte de una persona mayor de 18 años a una persona menor de los límites de edad exigidos se considera un delito menor.

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