¿Qué decoración tienen los canecillos de la puerta románica de la Catedral de Valencia?
La escultura como decoración de los edificios religiosos fue, a partir del románico pleno, algo común y necesario. Capiteles, tímpanos, frisos, canecillos y las arquivoltas de las portadas fueron profusamente decorados con historias del Antiguo y del Nuevo Testamento. También se introdujeron temas profanos, trabajos del campo, la guerra, las costumbres; animales reales, mitológicos y simbólicos, incluso alegorías de vicios y virtudes; la decoración geométrica tuvo mucha importancia al principio del románico y la decoración floral y vegetal también.
En los canecillos que figuran por encima de la arcada y sujetando el tejaroz de la puerta de la Catedral de Valencia encontramos algo singular: las cabezas de siete parejas que, según la tradición, representan a siete matrimonios leridanos que llegaron el 9 de octubre de 1238 con el rey Jaime I para repoblar Valencia. Otra hipótesis es que representen a donantes o bienhechores. Sus nombres aparecen inscritos y son: Pedro y María su mujer, Guillém y Bartolomea su mujer, Ramón y Dolça su mujer, Domingo y Ramona su mujer, Francisco y Ramona su mujer, Bernardo y Floreta su mujer, Bertrán y Berenguela su mujer.
Por su fisonomía cabría suponer que los rostros fueran verdaderos retratos de los donantes, pero algunos detalles en su caracterización nos lleva a dudar de ello.
En realidad puede ser una leyenda de la que se hizo eco el historiador Pere Antoni Beuter (1490-1554)
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