El Cilindro de Ciro es una pieza cilíndrica de arcilla que contiene una declaración de derechos en cuneiforme acadio babilonio del rey persa Ciro el Grande (559-529 a. C.). En ella, el nuevo rey legitima su conquista y toma medidas políticas para ganarse el favor de sus nuevos súbditos.

Fue descubierto en 1879 por el arqueólogo asirio-británico Hormuz Rassam durante la excavación del templo de Marduk en Babilonia. Consiste en dos fragmentos, llamados "A" y "B", el primero permaneció en el Museo Británico desde su descubrimiento, mientras que el segundo fue alojado en la Universidad de Yale hasta su traslado al Museo Británico, donde se encuentra actualmente.

El 12 de octubre de 539 a. C. el ejército persa entró en Babilonia sin resistencia, el 29 de octubre el propio Ciro llegó a la ciudad, asumiendo los títulos de "rey de Babilonia, rey de Sumer y Acad, rey de los cuatro extremos del mundo."

Fragmento del cilindro: (Marduk) le ordenó (a Ciro) que fuera a Babilonia e hizo que tomara el camino de Babilonia. Como amigo y compañero caminó a su lado.

Sus numerosas huestes, cuya cantidad era inmensa como el agua de un río, marchaban con sus armas a su lado.

Sin combate y sin lucha le permitió entrar en la ciudad de Babilonia. Salvó a Babilonia de la opresión. A Nabonido, el rey que no lo honraba, lo puso en sus manos.

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