En la década de 1830, la salsa Kétchup fue vendida como medicamento para combatir la diarrea, ictericia y la indigestión.

Su origen se remonta al Kepsiap chino, una salsa picante que acompañaba al pescado y en ocasiones a la carne. Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra proviene del chino koechiap, que significa "salsa de tomate en escabeche".

Esta salsa es conocida popularmente por el perfecto acompañante de las papas fritas y algunos otros alimentos como las hamburgesas, hot dogs e incluso en algunas combinaciones algo extras para darle sabor al huevo.

Hecha a base de tomates, vinagre, especias, azúcar y sal, es fiel pareja de gran cantidad de preparaciones, aliada a la pasta y gran variedad de salsas.

La idea de ser comercializada como medicamento vino del Dr. John Cook Bennett, que era el presidente del departamento médico de la Universidad de Willoughby en Ohio, Estados Unidos. Incluso convirtió la salsa en píldoras, para hacerla aún más creíble.

Pero los embaucadores comenzaron a vender sus propias píldoras a base de tomate, y afirmaban que estas curaban cualquier tipo de enfermedad, desde la calvicie hasta el llamado "pie de atleta". Debido a estas afirmaciones sin base el comercio de la medicina Ketchup colapsó en 1850.

Luego de este fracaso medicinal, la historia dio un vuelco en el año 1876, cuando el negocio iniciado por Henry John Heinz lanzó al mercado un invento que revolucionaría todo: la tradicional salsa kétchup.

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