La cefalea por estímulos fríos, también llamada cefalea del helado, congelación cerebral, o por su nombre científico esfenopalatino ganglioneuralgia (significando "dolor del ganglio esfenopalatino"), es un tipo de dolor de cabeza que se produce por la exposición de la cabeza a temperaturas muy bajas. Se trata de un cuadro benigno que no reviste gravedad.

A todos nos ha pasado. Después de una gran cucharada de helado o el rápido sorbo de una bebida fría llega ese dolor que recorre nuestra cabeza y se clava por unos instantes en la frente. Esto se debe ni más ni menos que por el rápido aumento de flujo de la sangre en los vasos sanguíneos del cerebro.

Al ingerir un sólido o líquido frío de golpe, este pasa al paladar superior y después a la pared posterior de la faringe, provocando que la sangre se enfríe y los vasos sanguíneos se dilaten. Los vasos sanguíneos se abren y se cierran, por lo que se cree que el dolor es causado por la presión de la sangre corriendo por el tejido cerebral. Una vez que los vasos sanguíneos regresan a su normalidad, el dolor termina.

La recomendación que dan para no pasar por esta horrible y dolorosa experiencia es beber o comer pequeñas cantidades y dar tiempo a la garganta para calentarse entre cada bocado.

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