Giacomo Meyerbeer o Jakob Liebmann Meyer Beer (1791-1864) compositor alemán. La grand-opéra francesa, subgénero caracterizado por su temática histórica, gran aparato escénico y preeminencia coral y orquestal, tiene en Giacomo Meyerbeer a su representante más destacado.

Fue discípulo de los compositores alemanes Georg Joseph Vogler y Carl Friedrich Zelter. Antes de ir a París, donde iba a conquistar sus mayores triunfos, inició su carrera como músico dramático en su Alemania natal, con una serie de obras que no despertaron gran interés.

Establecido en Italia desde 1816, recibió allí la influencia de Rossini y compuso seis óperas en el estilo italiano, el éxito de la última de las cuales, El cruzado en Egipto (1824), le valió la posibilidad de estrenar en París.

Roberto el diablo (1831) significó su debut en la escena francesa, así como el inicio de su colaboración con el dramaturgo y libretista Eugène Scribe y de la etapa francesa de su producción, que sería imitada por el joven Wagner. Los hugonotes (1836) y El profeta (1849) le convirtieron en una celebridad mundial. Su última obra, La africana, fue estrenada póstumamente en 1865.

La crítica moderna suele dividir su carrera en tres etapas bien diferenciadas. Es una opción viable, y todo un acierto de cara a precisar su verdadera significación musical. Murió en París el 2 de mayo de 1864 mientras trabajaba en su última gran ópera, La Africana, que se convertiría en uno de los mayores éxitos de la historia de la ópera.

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