Desde 1974, cada mes de julio se celebra en Eau Claire (Michigan, EE. UU.) el «Campeonato Internacional de Escupir Huesos de Cerezas». No hay restricciones de edad —sólo hay que mantener las manos a los lados— y todos reciben tres cerezas para poder escupir.

El récord actual pertenece a Brian «Young Gun» Krause, de Tuba City, AZ, Estados Unidos, que escupió un hueso de cereza a una distancia de 28,51 metros. Al parecer, el don de escupir huesos de cereza le viene de familia: su padre, Rick «Pellet Gun» Krause, es también 19 veces campeón de escupir huesos de cereza.

En la mayoría de los concursos se entrega una cereza al concursante; esto se hace para evitar trampas o la manipulación del hueso, como se vio en el concurso de Witzenhausen, en el que se manipularon los huesos de las cerezas.

Se accede al hueso comiendo la cereza que lo rodea, y luego se escupe. El hueso de una cereza es muy pequeño, del tamaño de un diente frontal, y es muy resbaladizo cuando se extrae de la cereza por primera vez, lo que facilita su escupido

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