El oso polar u oso blanco (Ursus maritimus) es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los osos (Ursidae).

Se alimenta de muchos animales árticos. A pesar de todo, sus favoritas son las crías de focas, llegan a comer unos treinta kilos de comida al día y los cachorros un kilo.

Son excelentes nadadores. Pasan gran parte de su vida en el hielo marino, cazando focas y otros animales marinos. Utilizan su agudo sentido del olfato y su paciencia para acechar a las focas desde agujeros en el hielo o esperando en áreas de descanso de las focas.

También se ha descubierto recientemente que pueden llegar a ser caníbales, en especial los machos, ya que si sufren demasiada hambre, no tienen problemas en comerse a otros osos, en especial jóvenes o muertos generalmente.

Los osos polares no toman agua, ya que en su ambiente es salada y ácida. Sacan los fluidos que necesitan de la sangre de sus presas.

El oso polar, es junto con su pariente, el oso Kodiak (Ursus arctos middendorffi), uno de los carnívoros terrestres más grandes de la Tierra. Vive en el medio polar y zonas heladas del hemisferio norte. Es el único superdepredador del Ártico.

Los osos polares son considerados una especie vulnerable debido al cambio climático y la pérdida de su hábitat de hielo marino. La reducción del hielo marino afecta su capacidad para cazar y puede provocar conflictos con los seres humanos en busca de alimentos.

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