La longitud de onda de la luz verde está entre 500 y 550 nm; en el espectro de luz visible; el verde está cerca del centro. El fenómeno óptico que produce el arco iris se llama dispersión de la luz y ocurre cuando la luz atraviesa un medio trasparente, por ejemplo gotas de agua.

Cuando la luz blanca atraviesa un prisma tiene lugar el fenómeno de refracción, dependiendo de su longitud de onda cada rayo de luz toma una dirección ligeramente diferente de las otras. Por eso, entra un rayo blanco pero salen rayos de colores. El color que menos se desvía de la trayectoria del rayo original es el rojo, seguido del naranja, amarillo, verde, añil, azul y violeta que es el que experimenta la mayor desviación respecto de la trayectoria original.

Los colores pueden ser monocromáticos o policromáticos. Los primeros tienen una única longitud de onda; los policromáticos, en cambio, están formados por una mezcla de los colores monocromáticos que agrupan varias longitudes de onda. Como la gota de lluvia o el prisma separan las longitudes de onda de una en una, los únicos colores que podemos ver son los monocromáticos.

El color con una longitud de onda más corta que podemos ver es el violeta, las longitudes de onda menores que el violeta, por debajo de los 400 nm se conocen como radiación ultravioleta. Y la longitud de onda más larga que apreciamos a simple vista es el rojo. Por encima del rojo, a partir de los 750 nm comienza el infrarrojo, también invisible para nuestros ojos.

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