El color pelirrojo se debe a la producción de muy poca eumelanina, de color castaño oscuro o negro-rubio claro, resultando en un cabello rubio claro, y de feomelanina (fotosensible; esta no le otorga un color sólido, sino “translúcido”), de color rojo o granate-rosado claro, dando lugar al característico color anaranjado de pelo.

El gen pelirrojo se concentra mayormente en los países del norte de Europa. Existe una razón evolutiva para ello. Hace miles de años atrás, en África, los humanos desarrollaron una piel más oscura con objeto de bloquear los dañinos rayos UV del Sol, perdiendo en el proceso la capacidad para producir de forma natural la vitamina D. Por contra, los que se asentaron en el norte de Europa no recibían mucho sol, por lo que su piel se aclaró aún más y su cuerpo se adaptó para generar altos niveles de vitamina D.

Además, según una investigación recogida en la revista The Journal of the American Dental Association, los pelirrojos tienen el doble de probabilidades de no acudir a una cita del dentista que cualquier otra persona. Esto se debe a que la mutación en el gen MC1R al ser de la misma familia de genes relacionados con el dolor, les hace más sensibles al dolor, debido, a las limitaciones de endorfinas, uno de los analgésicos naturales del cuerpo. Así, los pelirrojos necesitan un 20% más de anestesia en las intervenciones quirúrgicas que las personas con cualquier otro color de pelo.

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