Los propileos son, en arquitectura, una entrada monumental con columnas a un edificio o recinto cerrado. En la Antigua Grecia, la palabra en singular, própylon o propileo, designaba un vestíbulo simple ubicado en el frente de la entrada a un santuario, palacio o ciudad.

Los Propileos son entradas o pórticos monumentales de estructura mucho más compleja, como en Eleusis, Corinto, Epidauro o Atenas. Frecuentemente disponían de una pared o también llamada fachada con columnas.

La historia de los Propileos de Atenas se remonta a la civilización micénica del siglo XVI al siglo XII a.C., cuando se construyó una puerta de acceso a la fortificación de la Acrópolis en este lugar. De esta época son del rey Agamenón, Aquiles, Odiseas (que sería renombrado como Ulises por los romanos) todos héroes y protagonistas en la guerra de troya, la cual es contada en la Ilíada y Odisea de Homero.

En el ámbito helénico, el propileo monumental más antiguo conservado es la entrada al témenos del santuario de Afea en Egina, una estructura bifronte in antis, con dos columnas dóricas en cada cara.

Tanto en este caso, como más tarde en Atenas, esta construcción también sirvió para ocultar la fuerte pendiente de la vía de acceso, compuesta por escaleras monumentales.

Se realizó al mismo tiempo que la reconstrucción del recinto sagrado, datada alrededor del 500 a. C. Los restos de una anterior entrada monumental, evidenciada por las excavaciones, han sido fechados alrededor del 570 a. C.

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