Los primeros lápices de grafito vieron la luz a mediados del siglo XVI en Reino Unido. En Borrowdale, se descubrió un gigantesco yacimiento de grafito.

A raíz de este descubrimiento es cuando se comenzaron a fabricar los primeros lápices. No obstante, tuvieron que pasar casi 2 siglos hasta que se descubrió una forma de graduar la de dureza de la mina.

A finales del siglo XVIII, el austríaco Josef Hardtmuth (Koh-i-noor) inventa una técnica que permite graduar la dureza de los lápices. En vez de usar grafito macizo puro, como se venía haciendo, usó una mezcla de polvo de grafito con arcilla.

Cuanto mayor sea la proporción de grafito respecto a la de arcilla (también se añade algo de cera) más blanda será la mina del lápiz.

La escala comprende 20 durezas. Se utiliza una letra, casi siempre prefijada con un número que indica la mayor o menor dureza del grafito.

Las durezas blandas se identifican con la letra "B" (del ingles black) mientras que las duras emplean la "H" (hard). Además existe la dureza "F" (Fine) y la "HB" (aproximadamente en la mitad de la escala).

Cuanto mayor es la dureza del lápiz, más fácilmente dibuja sobre el papel y más negro es el trazo. En cambio los lápices duros, apenas marcan el papel y su tono es más pálido y grisáceo.

Koh-I-noor ofrece veinte graduaciones de 10H a 8B para sus 1500 series, Derwent produce veinte graduaciones de 9H a 9B para sus lápices gráficos y Staedtler produce diecinueve de 9H a 8B para sus lápices de Mars Lumograph.

Más información: es.wikipedia.org