Las aves no tienen dientes, así que tragan su alimento entero. La explicación tradicional de este hecho es que las aves, un subgrupo de dinosaurios, no tienen dientes porque estos suponen peso extra que dificulta el vuelo.

Sin embargo, una investigación publicada en 2018 se ha preguntado, si este es el caso, por qué había dinosaurios no voladores, que comían carne y que también tenían pico sin dientes. Su conclusión, publicada en «Biology Letters», es que la desaparición de los dientes ocurrió porque esto permitió disminuir el tiempo de desarrollo de los embriones dentro de los huevos.

En este caso, los autores sostienen que en un determinado momento y lugar de la historia de la vida los dinosaurios que tenían incubaciones más breves podían dejar más descendientes, ya que han calculado que el desarrollo de los dientes consumía el 60 por ciento del tiempo de incubación de los huevos de algunos dinosaurios.

Las aves se originaron a partir de dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico, hace 150-200 millones de años, y son, de hecho, los únicos dinosaurios que sobrevivieron a la extinción masiva producida al final del Mesozoico.

Su evolución dio lugar a las más de 10 000 especies actuales ​(más 153 extintas en tiempos históricos).

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