Dracaena draco, el Drago, es una especie de planta arbórea típica del clima subtropical de Macaronesia. El drago crece de forma natural en las Islas Canarias, en las de Cabo Verde y en algunas regiones del continente africano, su mayor población se encuentra en el oeste de Marruecos.

Debe el origen de su nombre a la palabra griega drakaina (hembra de dragón) a causa del color rojizo de su savia, semejante, supuestamente, a la sangre de los dragones.

A la «sangre de drago» se le atribuyen, desde tiempos inmemoriales, mágicas propiedades. Pociones, ungüentos, cosméticos y hasta barnices para pintar violines Stradivarius han sido algunos de sus usos más habituales.

El Drago se considera, según una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo vegetal de la isla de Tenerife, conjuntamente con el pinzón azul, como símbolo animal.

Este árbol de savia roja crece lentamente pero tiene una vida muy larga, como demuestra el famoso drago de Icod de los Vinos al que se le atribuyen más de 800 años de antigüedad. Sus flores son de color blanco y sus frutos tienen forma redonda y tonalidades anaranjadas.

Se pueden encontrar dragos silvestres entre los 100 y 600 metros de altitud, pero también se utilizan como elemento decorativo en algunas plazas y jardines de Tenerife. Las propiedades medicinales y la utilidad de su savia para fabricar tintes provocaron que en el pasado la población de dragos en Tenerife descendiera, pero en las últimas décadas ha comenzado a recuperarse.

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