Durante muchos años se ha divulgado que los elefantes tienen la memoria más desarrollada, sin ninguna base científica. Pero actualmente este lugar esta ocupado por el delfín.

Gracias a las investigaciones de Jano Bruck, un especialista en conducta animal de la Universidad de Chicago, ha demostrado que los delfines son capaces de recordar a otros delfines, después de 20 años de separación.

Este animal tiene un silbido único, personal en cada uno de ellos, a través del cual se comunica y le sirve como identificación frente a otros delfines. Este silbido es utilizado para el reconocimiento entre ellos, permitiéndoles desarrollar estrechas relaciones sociales.

Esta característica lo ubica como el animal con más memoria del planeta, detrás del ser humano.

Las pruebas de Jano Bruck están basadas en delfines que han desarrollado su vida en cautiverio, recopilando datos de 43 delfines de la especie "nariz de botella", en centros de Estados Unidos y las Bermudas, donde se realizaron intercambios, demostrando a través de su sonidos característicos, ser capaces de reconocerse tras un periodo largo de separación.

La razón de que estos animales tengan el sentido de la memoria desarrollado es un misterio. Una hipótesis señala que esto puede deberse a un intento de mantener la relación entre los individuos, una vez que los núcleos familiares se rompen para formar nuevos grupos sociales.

El fenóneno de responder a los núcleos familiares es conocido como "fisión- fusión".

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