El quokka (Setonix brachyurus), un marsupial australiano, está considerado como el animal "más feliz" del mundo, ya que posee tiene una curvatura muy particular en su hocico que hace que parezca que está siempre sonriente. Sumado a esto, es muy sociable y amigable. Sin embargo, su singular sonrisa no es más que un proceso de evolución, puesto que no poseen ninguna implicación emocional. Viven alrededor de 10 años y son herbívoros, principalmente nocturnos.

Williem De Vlamingh descubrió a la criatura en 1696 durante uno de sus viajes por las aguas de Australia, en una isla llena de “ratas”, a la que le dio el nombre de Rottnest -en Holandés, Rotte Nest significa “nido de ratas”-. Al principio consideraba que se trataba de ratas gigantes, pero, después de varias investigaciones, descubrió que se trataba de una especie marsupial de la familia del canguro, con la diferencia de que tan solo mide el tamaño de un gato.

A pesar de su popularidad entre los humanos, se encuentran en la lista de animales en peligro de extinción: existen entre 7 500 y 15 000, y siguen decayendo. Esta familia del canguro se encuentra actualmente en la lista de vulnerables por la IUCN Red List Threatened (Lista roja de animales en peligro), principalmente por dos razones: la introducción en su hábitat de especies depredadoras, como el zorro; y la deforestación y preparación de grandes terrenos para construir edificios.

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