Los osos de agua, también conocidos como tardigrada, son un micro animal marino descubierto por el zoólogo alemán Johann August Ephraim Goexe en 1773. Reciben su nombre, no por su tamaño, sino por su forma de caminar que es parecida a la de un oso.

Aunque son catalogados como marinos, su hábitat principal está en la fina capa de agua que cubre musgos o helechos. Su alimento proviene de los líquidos vegetales de los espacios que habitan tanto en agua dulce como en agua salada.

El 85% del cuerpo de los osos de agua está compuesto por líquidos. Sin embargo, tienen la capacidad de quedarse hasta con un 3% de líquido cuando se encuentran en condiciones extremas. A este proceso se le denomina criptobiosis y consiste en a suspensión de procesos metabólicos cuando no existen las condiciones necesarias para alimentarse. Este proceso le permite a los osos de agua vivir hasta que las condiciones del ambiente vuelvan a ser óptimas. Es por ello que se considera que estos animales son resilientes, pues las condiciones necesarias para que perezcan deben ser muy extremas, de lo contrario, su organismo está preparado para resistir y sobrevivir.

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