Joséphine Baker (1906-1975), fue una bailarina, cantante y actriz francesa de origen afroamericano, considerada la primera vedette y estrella internacional.

Mientras que en su país natal, EE.UU., era despreciada por el color de su piel, en París Baker puso al público a sus pies. Allí se convirtió en una bailarina inimitable, de fama internacional, pero también actuó como agente de la Resistencia, y acabó convertida en un auténtico icono político y en una superestrella.

El gran salto a la fama lo dio en abril de 1926, cuando, con 19 años, se presentó en el mítico Folies Bergère. Allí sorprendió con su espectáculo "Danza salvaje".

Vistiendo solo perlas, un sostén y una falda hecha de bananas incrustadas con piedras brillosas, dejó a todos boquiabiertos con su provocativo baile, en el que meneaba las caderas y cruzaba las piernas al estilo del charlestón.

En plena ebullición del art déco y de la reivindicación del arte africano, el productor incorporó al espectáculo a una hembra de guepardo a la que llamó Chiquita y que Baker adoptó después. Chiquita y Josephine se hicieron inseparables, y la bailarina vistió a su nueva amiga con un costoso collar de diamantes.

El guepardo no fue su único animal de compañía: tenía una cabra llamada Toutoute que vivía en el camerino de su club nocturno, un loro con el que hablaba antes de salir a escena, una boa y un cerdo llamado Albert que vivía en su cocina y al que perfumaba con Je Reviens, el perfume más chic del momento.

Más información: www.elespanol.com