Un geófago come tierra, sustancias terrosas como arcilla por ejemplo. La geofagia (del griego geo, tierra y phagein, comer), es la práctica justamente de comer tierra.

Esta costumbre la podemos observar en algunos animales en la naturaleza y tambien en los niños y mujeres embarazadas, a los cuales en algún momento se les despierta el deseo de comer tierra.

Entre las aves los guacamayos azules y amarillos, loros amazónicos y maracanás grandes de Perú, son los que disfrutan tan peculiar dieta.

El filósofo y médico griego Galeno registró el uso de la arcilla por parte de animales enfermos o heridos ya en el siglo II d.C.

Entre los mamíferos, el chimpancé oriental es uno de los que sa ha observado practicar esta dieta, entre los reptiles el lagarto blanco, así como tambien las crias de iguanas.

Algunas polillas, mariposas y hormigas, buscan sal en el consumo de tierra.

El hábito de comer tierra, en los seres humanos, es muy antiguo en Camerún. Textos de la época colonial sobre la región describen el comportamiento en detalle.

De acuerdo con Sera Young, experta en geofagia residente en la Universidad de Cornell, en EE.UU., tiene una larga historia en todo el mundo.

Young ha pasado casi dos décadas tratando de entender este comportamiento, y aún hoy es un tema para mucho debate.

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