La afición de los cerdos por el barro es una conducta adaptativa que les permite regular su temperatura, proteger su piel, eliminar parásitos y fortalecer los vínculos sociales. Esta actividad, lejos de ser una simple diversión, es esencial para el bienestar de estos animales.

Los cerdos carecen de glándulas sudoríparas funcionales y son casi incapaces de jadear. Para termorregularse, se revuelcan en el agua o el barro para enfriar el cuerpo. En condiciones naturales o en libertad, los cerdos adultos suelen revolcarse cuando la temperatura del aire supera los 20 °C.

Además de regular la temperatura, el barro actúa como un protector solar natural para la piel del cerdo, evitando quemaduras solares. La capa de barro también puede ayudar a eliminar parásitos externos como piojos y ácaros, al crear un ambiente hostil para estos organismos.

Finalmente, el acto de revolcarse en el barro es una actividad social importante para los cerdos. Al compartir este ritual con otros miembros de su grupo, refuerzan los lazos sociales y establecen una jerarquía dentro de la manada.

Más información: www.agronet.gov.co