La Bahía de Fundy, en Nueva Escocia, Canadá, es famosa por tener las mareas más altas del mundo, un recurso energético que se ha planteado aprovechar en esta localización en más de una ocasión.

Mide unos 250 km de larga por unos 80 km como máximo de anchura. Su profundidad oscila entre los 50 y los 150 metros. Tiene una forma de embudo y cuando las mareas se producen sucede algo tremendamente curioso.

Es tan larga que antes de que toda el agua consiga salir ya esta comenzando a entrar otra vez produciendo que el agua oscile dentro de la bahía como si fuera una enorme bañera, de hecho se la conoce como la «bañera más grande del mundo».

Este período se produce cada 12 horas aproximadamente y debido a la gradual estrechez de la bahía hace que el agua compense esa diferencia de anchura con la diferencia de altura. Al final, hacia el interior, de la bahía de Fundy, se divide y se estrecha muchísimo en dos pequeñas bahías : la de Chignecto y la de Minas y en ellas se hace todavía más acusada la diferencia de altura.

Según la leyenda de la Tribu de los Micmac, primeros pobladores de la bahía, creían que esta diferencia de mareas era producida por una gran ballena que agitaba las aguas.

Los barcos que atracan en sus pequeños puertos tienen que estar preparados no sólo para flotar sobre el agua sino también para quedarse varados sobre el fango del fondo sin volcarse. En este lugar se puede observar a miles de aves costeras que se alimentan cuando baja la marea.

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