¿Para qué sirve un cronómetro?
Un cronómetro es un reloj de precisión que se emplea para medir fracciones de tiempo muy pequeñas. A diferencia de los relojes convencionales que se utilizan para medir los minutos y las horas que rigen el tiempo cotidiano, los cronómetros suelen usarse en competencias deportivas, en aplicaciones marítimas, aeronáuticas y militares, para tener un registro de fracciones temporales más breves, como milésimas de segundo.
El primer cronómetro fue inventado en el siglo XVIII por John Harrison, un relojero inglés. Harrison se esforzó por crear un reloj preciso que pudiera ser utilizado para determinar la longitud en el mar, lo que permitiría a los navegantes calcular su posición con mayor precisión. Después de varios años de trabajo y varios prototipos, Harrison finalmente creó un cronómetro que cumplió con los estrictos requisitos de precisión y fiabilidad.
Los cronómetros modernos se basan en el mismo principio básico que el inventado por Harrison, pero han sido mejorados y miniaturizados para adaptarse a las demandas de la navegación, la aviación y otras aplicaciones. Estos relojes incluyen características adicionales como un mecanismo de cuerda automática, un sistema de compensación de temperatura y un escape a prueba de vibraciones.
La palabra "cronómetro" es un neologismo de etimología griega: Χρόνος Cronos es el Titán del tiempo, μετρον -metron es hoy un sufijo que significa "aparato para medir".
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