El agua micelar o solución micelar es un producto dermofarmacéutico destinado al cuidado y limpieza facial. Su principal característica es que consigue eliminar el maquillaje y la suciedad de la piel en un solo paso, sin necesidad de frotar; es decir, atrapa la suciedad en vez de arrastrarla por la piel.

Consiste en una dispersión de micelas en un solvente, generalmente agua. Una micela es una estructura molecular coloidal capaz de disolver en el agua a otras moléculas que normalmente serían insolubles, como por ejemplo las grasas.

Funciona gracias a que agrupa dos tipos de polos: unos que atraen al agua, y otros que atraen a las grasas. La estructura micelar adquiere una especie de forma esférica flexible, porque los polos en la superficie siempre tratan de mantener el contacto con el agua, forzando a que los extremos opuestos queden en el interior. Pero como los polos del interior siguen atrayendo todo tipo de grasas próximas, estas quedan "capturadas" en el interior de la esfera, junto con otras impurezas no solubles en agua.

Todas estas micelas se mueven en un agua blanda —es decir, carente de sustancias salinas—, que es ideal para limpiar la piel, ya que no deja ningún tipo de residuo. El producto también carece de cualquier agente irritante (colorantes, perfumes, parabenos, jabones o alcohol), por lo que está indicado en pieles sensibles, atópicas o con tendencia reactiva. Sí puede venir mezclado con hidratantes, humectantes, antinflamatorios o astringentes.

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