Singapur es un país que se ha ganado la reputación de ser bastante estricto con sus leyes internas. Cuando visitas esta nación asiática impresiona la cantidad de señales que te describen exactamente lo que sucede si incumples las normas.

Por ejemplo, por fumar en lugares públicos, las multas oscilan entre 200 y 1000 dólares de Singapur (entre 135 y 670 euros). Además, solo se permite entrar al país con 400 gramos de tabaco (un paquete de cigarrillos). Quienes rebasen el límite deberán cuidarse de no ser observados fumando cigarrillos sin la marca estatal: la multa puede ser de hasta 40 veces la cantidad de impuesto evadido y/o hasta seis años de cárcel.

Este país es conocido por su bajo indice de criminalidad y la pulcritud de sus calles, de hecho, el apodo que se le da a Singapur es “fine city”. Se trata de un juego de palabras que se aprovecha del doble significado que tiene el término “fine” en inglés, ya que, cuando se usa como adjetivo significa “hermoso”, “bueno”, “delicado”. Sin embargo, cuando se usa como sustantivo adquiere el significado de “multa”.

Singapur es una ciudad-estado ubicada en el extremo sur de la península malaya, unos 137 kilómetros por encima de la línea del ecuador. Se trata de un archipiélago formado por una isla principal, Pulau Ujong, y cerca de 60 islotes de diverso tamaño.

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