El arqueólogo David S. Anderson publicó a través de su cuenta de Twitter una fotografía del supuesto pasaporte de Ramsés II. El tuit iba acompañado de una breve historia sobre su origen. El hecho generó muchas dudas en los usuarios sobre la veracidad del documento.

Si bien la foto del pasaporte no es real, Ramsés II sí tuvo que “obtener” papeles migratorios.

La momia de Ramsés II, que era considerada una de las mejores preservadas, comenzó a deteriorarse y a presentar signos de descomposición. La humedad a la que se veía expuesta generó varios tipos de hongos que amenazaban con poner en peligro su conservación.

Expertos egiptólogos y restauradores franceses fueron elegidos para preservar el cuerpo; sin embargo, necesitaban que los restos fueran trasladados a Francia.

Las leyes de dicho país dictaban que cualquier persona viva o muerta que entrara a sus fronteras debía portar su documento de identificación válido para ingresar legalmente, las autoridades egipcias emitieron los documentos migratorios para que el viaje se llevara a cabo sin problema alguno. Dicho pasaporte se generó cuando el rey ya tenía más de 3 mil años de muerto.

Ramsés II viajó el 26 de septiembre de 1976 hacia París y fue recibido en el aeropuerto de Le Bourget con los honores a los que todo rey tiene derecho cuando ingresa a Francia.

Tras restaurarse los restos del faraón, fueron devueltos a su país de origen. Actualmente se exhiben en el Museo Egipcio de El Cairo.

Más información: www.ancient-origins.es